Fez, con su estatus de Patrimonio de la Humanidad, Ciudad Imperial y destacado centro espiritual y cultural del mundo islámico, ofrece una riqueza que merece ser explorada a fondo mediante una visita guiada. Después de disfrutar del desayuno en el riad, se encontrarán con nuestro guía local oficial, quien les acompañará en un recorrido por los lugares más fascinantes del centro.
La ruta planificada por nuestro guía abarcará los principales atractivos de la medina, incluyendo la mezquita Karaouine y la Universidad que alberga, considerada una de las más antiguas del mundo. También visitarán madrasas dedicadas a estudios basados en el Corán, como Bou Inania o Attarine, así como lugares populares como la Plaza Nejjarine y su fuente homónima, el famoso barrio de los curtidores y los siempre animados zocos y mercados.
Dada la vastedad del centro histórico de Fez, algunos lugares de interés se dejarán para la tarde, para que disfruten de tiempo libre. Pueden considerar visitar las Puertas Doradas del Palacio Real, explorar el Mellah (barrio judío) o explorar museos como el Borj Nord. Además, este será el momento perfecto para realizar compras en las prestigiosas tiendas de artesanía de Fez, donde encontrarán objetos de gran valor en cuero, madera, cerámica o metal. Sin duda, una jornada digna de aprovechar hasta el último momento, antes de descansar nuevamente en su riad.

La quinta jornada nos llevará en un extenso recorrido desde el centro de Fez hasta el corazón del desierto, en un viaje que se inicia tras el desayuno en el riad. Partiremos temprano, ascendiendo las laderas del Medio Atlas.
Nuestra primera parada será Ifrane, conocida como la 'Suiza marroquí', debido a su sorprendente arquitectura alpina. A pesar de encontrarse en latitudes más cálidas, su altitud (más de 1.700 metros sobre el nivel del mar) y su ubicación entre montañas generan un clima húmedo, con nevadas frecuentes en invierno y un paisaje blanco en esa temporada, cambiando a verde durante el resto del año.
Continuaremos hacia el Parque Nacional de Ifrane y Azrou, caracterizado por sus bosques de cedros. Este lugar, también conocido como el Bosque de los Monos, alberga una población numerosa de macacos de Berbería, una especie única en peligro de extinción que es el único primate natural al norte del Sahara.
Siguiendo la ruta por carretera, atravesaremos el Medio Atlas y descenderemos por el Valle del Ziz, donde los palmerales y las tierras de cultivo desafían la aridez del entorno. Llegaremos a Erfoud, conocida por sus importantes hallazgos paleontológicos, incluyendo fósiles de dinosaurios. Finalmente, alcanzaremos Merzouga, la localidad más meridional de nuestra ruta.
En Merzouga, cambiaremos de medio de transporte y dejaremos nuestro vehículo para montar en dromedarios. Avanzaremos por las mágicas dunas de arena de Erg Chebbi en un tranquilo paseo de dos horas hasta llegar a nuestro campamento de jaimas en pleno desierto. Allí, nos recibirán con un té bereber, según la tradición local, y disfrutaremos de la cena. Las jaimas, con su diseño clásico nómada, ofrecerán todas las comodidades en su interior. Mientras tanto, el espectacular cielo del desierto se iluminará con estrellas, ofreciendo una visión única y excepcional.

En esta sexta jornada, nos despedimos del desierto de Merzouga después de vivir una experiencia mágica e inigualable: contemplar el amanecer en las dunas de Erg Chebbi, donde la luz del alba pinta tonos y matices únicos en el vasto paisaje de dunas que se despliega ante nuestros ojos.
Después de este espectáculo natural, disfrutaremos de un desayuno en el campamento de jaimas y volveremos a Merzouga en dromedario. Antes o después de este momento, tendrán la oportunidad de tomar una ducha, ya sea en un hotel de Merzouga o en el propio campamento, dependiendo del paquete contratado.
De vuelta en la carretera, nuestra ruta nos llevará primero a Rissani, una pequeña ciudad con una medina histórica y lugares que parecen haber quedado atrapados en el tiempo, como un parking de burros y un mercado tradicional lleno de olores y colores. Además, Rissani es considerada la cuna de la dinastía alauita, a la que pertenece el actual monarca.
Continuando nuestro viaje entre hamadas, colinas áridas y palmerales, llegaremos a las Gargantas del Todra, un impresionante cañón rocoso por el que fluye el modesto río del mismo nombre. Este río ha esculpido durante milenios este lugar, creando un asombroso desfiladero que se puede explorar e incluso escalar, atrayendo a aficionados de todo el mundo.
La carretera se vuelve sinuosa durante este tramo, pero luego se abre a paisajes más amplios, característicos del Valle del Dades y la Ruta de las Mil Kasbahs, llamada así por las numerosas fortalezas bereberes que encontraremos en nuestro camino. También atravesaremos el Valle de las Rosas, famoso por el cultivo de esta flor que beneficia económicamente a la población local, utilizada para la elaboración de productos cosméticos y la organización de festivales tradicionales, entre otras cosas.
La meta del día es Ouarzazate, donde encontrarán el hotel para cenar y pasar la noche. Si el horario lo permite, podríamos visitar la kasbah de Taourirt, ubicada en las afueras de la ciudad. Esta fortaleza bereber fue la residencia del Señor del Atlas y Pachá de Marrakech, Thami El Glaoui, por lo que conserva espacios con una decoración exótica y colorida en contraste con su exterior de adobe. Otra posible visita, dependiendo del horario, son los famosos estudios de cine de Ouarzazate, que se utilizan en grandes producciones y le han valido el apodo de 'Hollywood de Marruecos'.

El séptimo día de esta cautivadora travesía nos llevará a través de paisajes completamente contrastantes: desde el desierto hasta las altas montañas y el océano Atlántico. Comenzaremos el día con un desayuno en el hotel de Ouarzazate antes de visitar el ksar de Ait Ben Haddou, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por ser un conjunto fortificado de un valor excepcional. La arquitectura en adobe de sus edificaciones y murallas es un magnífico ejemplo de la habilidad del pueblo bereber para construir en armonía con el entorno. Su excelente estado de conservación lo ha convertido en escenario de filmación para superproducciones como Juego de Tronos o Lawrence de Arabia, entre otros.
Una vez finalizada la visita, continuaremos nuestra ruta por carretera, ascendiendo poco después por las montañas del Alto Atlas. Nos detendremos en la kasbah de Telouet, otra fortaleza residencial asociada a Thami El Glaoui, Pachá de Marrakech. Aunque comparte similitudes con Taourirt, tiene sus propias peculiaridades.
Al llegar Tizi n’Tichka, las vistas panorámicas serán impresionantes: las cumbres del Alto Atlas se alzarán como una imponente barrera natural, con nieve en sus picos durante gran parte del año y pequeños pueblos dispersos en sus laderas. Desde este punto, la carretera descenderá hacia Marrakech.
Llegaremos a la Ciudad Roja por la tarde, permitiéndonos tiempo suficiente para dar un paseo libre por ella. En esta primera exploración, experimentarán el ritmo frenético y el bullicio que caracterizan a la medina, donde se encuentra ubicado vuestro riad.