El tercer día de este emocionante circuito se destaca como uno de los más esperados, ya que nos dirigimos al corazón del desierto en la última parte de la jornada. Sin embargo, antes de sumergirnos en la vastedad del desierto, hay mucho por descubrir y disfrutar. Iniciaremos nuestra ruta en el Valle del Dades, donde encontraremos encantadores pueblos y ciudades, como Tinghir, resguardada por elevaciones rocosas y rodeada de un exuberante palmeral.
Desde Tinghir, tomaremos un desvío que nos llevará a las impresionantes Gargantas del Todra, un lugar verdaderamente único en Marruecos y en el mundo. Este cañón rocoso en forma de pasillo, con imponentes paredes verticales a cada lado, alberga el apacible río Todra en su fondo, creando una obra maestra natural. Un paseo a lo largo de sus orillas nos permitirá apreciar este magnífico entorno, conocido por atraer a escaladores de todo el mundo.
De regreso al Valle del Dades, nuestro itinerario nos llevará entre colinas rocosas y antiguas kasbahs hasta llegar a Erfoud, la puerta de entrada al desierto. En esta pequeña ciudad, los fósiles se llevan la atención, ya que la región alberga una industria destacada de producción de mármoles y yacimientos donde se han descubierto especies animales de hace millones de años.
Poco después, llegaremos a Merzouga, donde nos esperarán los nuevos compañeros de viaje: los dromedarios, uno por persona, que nos llevarán al campamento de jaimas de lujo en las dunas de arena de Erg Chebbi. Siguiendo las huellas de los auténticos touareg, exploraremos este paisaje único del desierto.
En el campamento, después de recibir una cálida bienvenida con té, disfrutaremos de una deliciosa cena antes de retirarnos a nuestras tiendas de lujo, donde todas las comodidades estarán a nuestro alcance, mientras nos deleitamos con el resplandor de las estrellas en el firmamento. Será una experiencia inolvidable bajo el cielo estrellado del desierto.